La etiología del fracaso implantológico es multifactorial, pero podemos agruparla en 3 grupos:

1.- Infecciosa.

2.- Alteración de la cicatrización.

3.- Biomecánica.

Quería lanzar una pregunta muy directa: ¿Alguna vez te ha fracasado un implante sin una causa clara?.

Éste es uno de esos casos en los que aparentemente todo había ido correctamente, pero justo antes de la carga definitiva del implante, se extrae completamente limpio sin presencia de fibras de ningún tipo ni clínica, e incluso, podemos ver el labrado óseo como si fuéramos a colocar el implante en ese momento.

Se nos ocurrió hacer una foto con macro para ver el implante más de cerca porque a simple vista no se observaba nada más que una ligera mancha en la zona del cuello. Nuestra sorpresa está que cuando ampliamos la foto, nos encontramos con ésta imagen sorprendente y colorida a la que denominamos “Efecto Arcoíris” .

 

 

 

En un primer momento pensamos que podría esta relacionado con la cercanía de la zona al medio oral, pero también lo hemos encontrado en el ápice del implante, lo que nos sugiere que puede haber otra causa que provoque el cambio de coloración.

Todo material introducido en el cuerpo está sometido a un constante ataque biológico, bacteriano, químico y mecánico. Ello hace que la capa protectora de óxidos se vea afectada, lo que puede llevar al intercambio de iones. El cuerpo puede reaccionar ante éstos como si de un cuerpo extraño se tratara, perdiéndose la unión ósea. Otro factor es la tribocorrosión, que es la corrosión producida por contacto entre 2 metales al ser sometidos a fuerzas en un medio electrolítico. Todo ello hace que existan circunstancias ajenas a la manipulación por parte del profesional que puede llevar a una pérdida a medio plazo del implante sin que existan signos de alerta.

Como bien sabemos todos los elementos metálicos presentan una coloración diferente en según qué estado de oxidación se encuentren. Es por eso que nos propusimos encontrar el porqué de cada color, y que compuestos intermedios se producen si son producidas por una reacción de oxidación. Lo más preocupante es que hemos encontrado el «efecto arcoíris» en implantes que no se han colocado, lo que puede sugerir contaminación en origen o por hidrocarburos ambientales. Si bien es cierto que es un efecto que no se había descrito, gracias a las redes sociales, hemos compartido mucha información con profesionales de otros países, y nos han facilitado fotografías, en las que podemos observar éste efecto. Actualmente muchos compañeros nos han enviado implantes con y sin «efecto arcoíris» para analizar a fondo la causa del fracaso, para ello pedimos el implante fracasado y otro sin usar, para poder comparar el estado de ambos.

¿Es una reacción propia de los materiales al estar en contacto con un medio biológico o ya existe de antemano? ¿Todos los implantes pueden sufrir ésta modificación? ¿Es dependiente de la fabricación y/o modificación de la superficie?.

Ahora se nos arrojan multitud de cuestiones sobre los implantes dentales, desde su comportamiento en el cuerpo hasta su fabricación. A partir de este «Efecto Arcoíris», hallazgo casual, estamos iniciando estudios sobre los implantes y las prótesis con el fin de aprender y mejorar en la implantología e implantoprótesis. Sabemos que va a ser arduo y que habrá preguntas que no seamos capaces de contestar con certeza, pero esperamos que nos ayude a todos los profesionales a entender mejor los procesos de los tratamientos.

Os reiteramos que si queréis colaborar con implantes y/o prótesis, nuevas o usadas, nos las enviéis para poder estudiarlas, así como las aportaciones y comentarios que consideréis. Cada grano cuenta.

Muchas gracias.

 

Dr. Pablo García

Dr. José Ignacio Vilches